El canón FlaK de 88mm, en cualquiera de sus versiones 18, 36 ó 37 es sin duda la pieza de artillería más famosa de la Segunda Guerra Mundial. Concebido, en principio, como la pieza básica de la defensa antiaérea del ejército alemán, fue en su rol de cañón cazacarros donde alcanzó notoriedad. Era una pieza de artillería polivalente, que se podía utilizar además como artillería convencional, donde su largo alcance y gran cadencia de tiro compensaba la menor potencia de sus proyectiles. La pieza estaba pensada para ser dispuesta en emplazamientos fijos de artillería antiaérea, pero también contaba con un remolque multisección que permitía desplazarla junto a las unidades motorizadas, e incluso disparar desde el propio remolque en caso de emergencia. Su rendimiento como pieza antiaérea no era especialmente destacado, ya que su munición convencional no era tan eficiente como la de otros cañones más pesados. Sin embargo, como pieza anticarro, su gran velocidad de salida y su trayectoria plana lo hacían un arma letal y muy precisa, siendo muy temida en todos los frentes en los que fue empleado.
FlaK 36 de 88mm. de Panzerbricks
El modelo de LEGO, realizado a una escala compatible con las minifigs está realizado en tres partes. Por un lado está el escudo, que puede quitarse y ponerse fácilmente, para reflejar las dos configuraciones que tenía la pieza. Por otra parte, está el afuste en forma de cruz, sobre el que pivota la pieza. El afuste tiene dos extremos plegables, que se recogían para reducir sus dimensiones, y otros dos fijos, para poder ser enganchados al remolque de transporte. Sobre el pivote está la pieza, con sus asientos plegables y el tubo, que puede elevarse.
FlaK 36 de 88mm. de Panzerbricks
FlaK 36 de 88mm. de Panzerbricks
FlaK 36 de 88mm. de Panzerbricks
Panzers construidos con piezas de LEGO 